La Academia Aragonesa de Gastronomía entregó esta semana sus premios anuales en el antiguo salón de plenos de la Diputación de Zaragoza recuperando una cierta normalidad al regresar a la sede donde habitualmente se celebra esta ceremonia.
El acto tuvo un aire académico pero estuvo cargado de sabor, ya que se dieron cita cocineros y sumilleres; se habló de estupendos aceites y vinos, y se premiaron la investigación y la difusión gastronómicas.
Antiguo salón de plenos de la Diputación de Zaragoza
El presidente de la Academia, Ángel González, y el secretario, Juan Barbacil, condujeron la entrega de los premios, a los que asistieron las directoras generales de Turismo, Gloria Pérez, y de Innovación y Promoción Agroalimentaria, Carmen Urbano, y la diputada Cristina Palacín.
Ángel González recordó que “la gastronomía está de moda y hay que trabajar para que Aragón no se quede atrás”. A su juicio, esta notoriedad se nota en aspectos “como el protagonismo que está teniendo en los programas de televisión e, incluso, en el lenguaje popular”.
Sobre los retos que tiene la gastronomía aragonesa para hacerse notar ante vecinos con mucho poderío como País Vasco y Cataluña, habló de “la necesidad de hacer autocrítica, estudiar mejor nuestros productos y sus posibilidades, dar el salto fuera y, sobre todo, creérnoslo”.
Jesús Solanas y Roberto Alfaro (Restaurante Absinthium) reciben el diploma
El restaurante Absinthium recibió el galardón al mejor restaurante. Lo recogieron Jesús Solanas y Roberto Alfaro y durante el acto se habló de un establecimiento donde “la cocina está al servicio del vino y viceversa”. Entre los méritos de Absinthium, se destacó que es un restaurante que no vende experiencias ni una propuesta artística, sino comida bien hecha con productos estacionales y de proximidad.
De izquierda a derecha, Óscar Valenzuela y Ana Gállego (Bodegas Laus), y Juan Cacho (miembro de la Academia Aragonesa de Gastronomía)
Bodegas Laus de la DO. Somontano se llevó el galardón a la mejor bodega. Lo recogió la directora de marketing del grupo Enate, Ana Gallego. “Este premio es una inyección de optimismo a un proyecto que para nosotros nació hace cuatro años”, dijo. “Nos anima a continuar trabajado para dar a conocer una bodega que está en el corazón del Somontano y cuyos vinos están pensados para llegar a un consumidor muy exigente”.
Equipo de Agencia Almozara editores de El Gastrónomo Zaragozano. (Miguel Ángel Vicente y Cristina Martínez muestran el diploma obtenido.)
El premio a la mejor labor gastronómica en el ámbito de la difusión fue para ´El Gastrónomo Zaragozano`. Su director, Miguel Ángel Vicente, destacó que esta publicación “es como el final del recorrido de la trayectoria editorial gastronómica de la agencia Almozara, ofreciendo información y reflexión periódica a todos los sectores implicados”.
Sergio Ramón director de I+D del grupo Térvalis
El ámbito de la investigación también tuvo su recompensa. En esta edición el reconocimiento lo recibió el grupo Térvalis, en concreto, su director de I+D, Sergio Ramón. De esta empresa se ha valorado su compromiso con la alimentación saludable y su apuesta por cubrir todo el ciclo, desde los fertilizantes hasta el consumidor final.
Basilio Martínez (Almazara Santa Inés) recibe el diploma de manos de la académica Encarna Estremera
Finalmente, la mejor almazara fue Santa Inés, de Fuentes de Ebro, representada por su director gerente Basilio Martínez.
Ángel González (Presidente de la Academia Aragonesa de Gastronomía) entrega el Diploma a Ultramarinos La Confianza de Huesca
Además, hubo dos menciones especiales para Ultramarinos La Confianza de Huesca, y para el hotel Inside by Meliá.
Luis Sánchez (Hotel Inside by Meliá) junto a Ángel González (Presidente de la Academia Aragonesa de Gastronomía)
Lugares con Estrella agradece la colaboración del presente texto al también académico Alejandro Toquero y a Cristina Martínez (Agencia Alomazara) por las magníficas fotografías que acompañan a este artículo.
Público y prensa (Foto: Eduardo Bueso)