El pasado fin de semana nos desplazarnos a Madrid para alojarnos en el hotel The Pavilions. Se halla en pleno centro de la capital, a pocos metros de las Torres de Colón.
Además queríamos comprobar el nuevo proyecto gastronómico “Guillermina”. Dirigido por la joven promesa Guillermo Salazar ofrece alta cocina mediterránea con originales toques asiáticos.
A pesar de su juventud, el Chef Ejecutivo de Guillermina cuenta con amplia experiencia en cocinas nacionales e internacionales de primer nivel. Sus primeros pasos en la cocina como estudiante becado en Nueva York, su larga estancia en Venezuela, sus origenes andaluces y su respeto a la materia prima se plasman en cada una de las creaciones que componen la carta de Guillermina.
El lounge bar es muy luminoso
Durante el almuerzo, Guillermo nos comentó que la carta que nos ofrecía es un fiel reflejo de su trayectoria. Platos con una base de producto español de la mejor calidad, pero siempre con guiños a otras cocinas internacionales como la asiática, en concreto la coreana y japonesa, pero también a la alta cocina americana contemporánea.”
Entre los entrantes no faltan clásicos españoles como el jamón ibérico de Guijuelo, las anchoas de Santoña o los mejillones en escabeche; pero siempre con divertidos toques fusión. Por ejemplo, el pulpo se sirve con un aliño Thai Kimchi y aceite verde; o las gyozas mñas castizas, rellenas de callos a la madrileña. Destaca la ensaladilla rusa de centollo con mayonesa de marisco y txangurro.
Ceviche de corvina
En línea con su carácter cosmopolita, su carta también incluye una sección de RAW BAR, muy típica en los restaurantes neoyorquinos. Ejemplos: ostras Gillardeu al natural o con aderezo francés; Tiradito de corvina con lima, piparras y un condimento japonés o uno de los platos estrella de la carta, el steak tartar de solomillo, con una base de chiles de Corea del Sur llamada Gochujang, dos verduras Daikon y Tupinambo, que sorprenden al paladar.
Lomo bajo (30 días de curación)
Entre los platos principales destacan los pescados como el salmón cocinado de manera muy ligera glaseado en una reducción de sidra y con de trocitos de avellana tostada, sobre una base de pisto de verduras de temporada; o la lubina servida con curry de calabaza sobre una base de col y acompañada de huevas de trucha. En el apartado de carnes encontramos el pollo cocinado a baja temperatura que se sirve con hummus, quinoa y verduras; o el lomo bajo de 30 días de maduración, con Celery y trufa.
Pollo a baja temperatura
Los más golosos en cambio disfrutarán con la cremosa Pannacotta con Campari y Naranja o el irresistible Chocolate, con toffee salado y aceite de oliva. Aunque también hay postres más ligeros como el yogurt con zanahoria y lima o las fresas servidas con vinagre de Jerez, nata y vainilla.
Guillermo Salazar
El espacio también responde a la filosofía cosmopolita de Guillermina. Para ello, el patio del hotel ha sido totalmente acondicionado con techo retráctil y decoración vegetal para convertirlo en un oasis a dos minutos del bullicio de la Plaza de Colón. Las paredes de acabado industrial servirán como marco para obras de arte de primer nivel, seleccionadas especialmente para el espacio por el prestigioso galerista Álvaro Alcazar.
En línea con el hotel The Pavilions Madrid de ser en una verdadera galería de arte, las piezas artísticas que decoran las paredes de Guillermina también irán cambiando con el tiempo.
En resumen, un lugar de visita obligada si se vive en Madrid y muy interesante en viaje de placer para los foráneos.
Lounge