Grillo 2015 (Foto: Gabi Orte «Chilindrón»)
Bodegas El Grillo y la Luna, propiedad de la familia Calvo y perteneciente a la DOP Somontano, acaba de lanzar Grillo 2015. El vino más icónico de la bodega estrena nueva añada y deja atrás la 2014, que fue reconocida internacionalmente con una medalla de oro y un sello especial que lo identificaba como el mejor de su categoría.
«Cada cambio de añada es un momento crucial para nosotros, pero si, además, ese nuevo vino es un Grillo, la alegría es máxima. Sabemos la importancia que tiene para la bodega, ya que se ha convertido, con el paso de los años, en la imagen, dentro y fuera de España, de El Grillo y la Luna. Su calidad y comportamiento en botella es excepcional y eso el consumidor lo sabe y lo valora muchísimo», ha declarado el director técnico de Bodegas El Grillo y la Luna, Alberto Santiago.
Grillo está elaborado con syrah, cabernet sauvignon, garnacha y merlot, de este equilibrado tinto se han producido, en la nueva añada, 13.700 unidades. Además, a lo largo de su vida, ha obtenido numerosos premios por su botella, diseñada por el madrileño Isidro Ferrer. En los International Wine & Spirits Competition 2018 fue premiada con el Wine Atwork & Bottle Design al mejor diseño; en 2019 y 2022 ganó una medalla de oro y una mención especial en Mundus Vini; y en 2019 obtuvo una Gran Medalla de Oro en el Concurso Mundial de Bruselas, entre otras distinciones.
Contraetiqueta de «Grillo 2015» (Foto: Eduardo Bueso)
«Grillo 2015 destaca en nariz con frutas negras y rojas maduras muy potentes acompañadas de aromas balsámicos, de fondo se aprecian aromas tostados de la barrica de roble francés donde las variedades hacen su crianza. En boca vuelven a aparecer esos balsámicos, frutas negras y rojas con muy buena acidez, muy largo en boca y una evolución en la copa espectacular. Un vino potente, pero muy suave y equilibrado», ha revelado Alberto Santiago.
Fotos: Gabi Orte «Chilindrón» y Eduardo Bueso (copyright)
Botella de «Grillo 2015»; al fondo un detalle de la obra del artista zaragozano Víctor Mira, denominada «Cabezas de ciervos» («Caps de cérvols» – Barcelona – 1984). (Foto: Eduardo Bueso)