Comedor de El Cachirulo donde se presentó la noticia a la prensa. (Foto: E. B.)
Desde el pasado día 2 de octubre el restaurante zaragozano El Cachirulo (Carretera de Logroño, Km, 1,5) vuelve a abrir su comedor de diario tres años y medio después de que tomasen la decisión de cerrarlo y dedicarse solo a los eventos.
Otro de los comedores de El Cachirulo. (Foto: E. B.)
La semana pasada, Jesús Acín, propietario del establecimiento, reunió a un grupo de periodistas especializados en gastronomía para dar a conocer esta novedad, no sin antes realizar un amplio recorrido por varios de los salones destinados a banquetes, que recientemente también han sido remodelados y decorados con gusto. Cada uno de ellos posee su propio jardín, para dar la posibilidad a los asistentes de poderlo utilizar si el tiempo lo permite.
Jardín privado. Existe uno para cada comedor de banquetes. (Foto: E. B.)
La apertura se realiza solamente a las horas de los almuerzos, en el mismo comedor “de toda la vida”, pero totalmente reformado, con paredes mucho más luminosas y lleno de toques de modernidad, aunque algo menos acogedor del “clásico” al que estábamos acostumbrados.
Comedor «de carta» de El Cachirulo. (Foto: E. B.)
La propuesta gastronómica también es diferente, ya que ofrece una carta a precio cerrado (38,50 Euros) que incluye entrante, segundo plato, postre y bebida. Buen producto y escasa manipulación.
Se vuelve a retomar la brasa (de carbón vegetal y/o leña), con una gran parrilla que preside la sala (aislada por un grueso cristal) que hace muy atractiva y visible la zona de trabajo de los parrilleros.
Zona de parrillas que preside el comedor «de carta». (Foto: E. B.)
En el menú, el comensal puede escoger platos dentro de una extensa oferta: bacalao, merluza, atún, dorada, lubina, râble (lomo) de conejo con chilindrón de ali-oli, entrecot con patatas y padrones o costillas de ternasco, todo ello a la brasa.
Detalle de una mesa de El Cachirulo. (Foto: E. B.)
Lógicamente no faltan los platos “de siempre” de este mítico restaurante como, cochinillo al horno, ternasco asado, rabo de toro al vino tinto, cocochas de bacalao al pil-pil con callos y morcilla, arroz de perdiz con cantarelas, menestra de verduras de la huerta de Zaragoza… con apuestas de texturas y sabores más atrevidos.
Uno de los comedores de banquetes de la planta primera de El Cachirulo (Foto: E. B.)
También se puede optar por algún plato con suplemento, como: pulpo a la brasa, steak tartare, chuleta de buey, cabrito frito con hongos y ajos tiernos, entre otros.
Gintonic servido tras el almuerzo (Foto: E. B.)
Entre los postres, a destacar la sopa de Baileys, mango y café, el biscuit de higos o la mousse de queso y salsa de miel con nueces.
Texto y fotos: Eduardo Bueso (copyright)
Entrada de El Cachirulo (Foto: E. B.)