Por Ana Coscujuela Vigo
Con los calores estivales azotando la Península Ibérica qué mejor que una escapada al prepirineo para respirar y descansar del asfalto. Hemos elegido el Hortal de Bruno, porque sus propietarios, Pilar y Joaquín, “abandonaron” la ciudad de Zaragoza, para cumplir un sueño, tener su propia casa rural y poder vivir rodeados de la tranquilidad y naturaleza que ofrecen los pueblos. Mucho se habla de la despoblación y de las medidas para evitarla, por eso quería visualizar esta historia, la de dos valientes emprendedores que hicieron el camino contrario, volver al pueblo. La senda no es fácil, sino todo el mundo la tomaría… por eso hablo de valientes, que con determinación y dedicación han “tirado hacia adelante” para conseguir su objetivo. Pero para que esto ocurra, también se necesita el compromiso y la confianza de las empresas en sus trabajadores. Me refiero concretamente a empresas que realizan parte de su trabajo online y que permitirían que la gente viviera más feliz trabajando desde cualquier rincón, grande o pequeño, del mundo.
El Hortal de Bruno se encuentra situado en Bagües, un pueblo de las Altas Cinco Villas que está a menos de 50 km de Jaca y de Sos del Rey Católico, dos destinos que tampoco debes perderte. La casa se construyó en el año 2000 respetando la arquitectura de piedra tradicional de la zona. Dispone de cuatro habitaciones, todas exteriores y con todas las comodidades, baño privado, wifi, televisión y se pueden ampliar a triples y cuádruples… Como curiosidad, cada estancia lleva el nombre de una joya arquitectónica de Bagües. Si quieres conocerlas, sólo tienes que entrar a “dar una vuelta” por el Hortal http://elhortaldebruno.com y podrás elegir la que más te guste, siempre y cuando se encuentre disponible. El precio es único y fijo según el número de ocupantes e incluye el desayuno. Así que ya puedes reservar puentes y festivos, temporadas altas, etc. sin llevarte la desagradable sorpresa de ver incrementados los precios.
La casa dispone de una gran sala común con salida directa a un porche cubierto y un jardín, ideal para relajarse al final del día tomando una copa, conversando o simplemente admirando el paisaje. También se ha pensado en los aficionados al mundo de las motos, que podrán aparcarlas a resguardo y protegidas. En cuanto a la gastronomía, el Hortal ofrece cenas elaboradas con productos típicos de la zona y con suerte, de postre, podréis degustar la tarta de queso casera realizada con la receta de la madre de Pilar. En cuanto a las comidas, podéis pedir que os preparen una bolsa de picnic para llevar en vuestras excursiones. Conociendo a los propietarios, os aseguro que con hambre no os vais a quedar, ¡y con sed tampoco!
El entorno de Bagües cuenta con joyas del románico lombardo aragonés y además está muy cerca del monasterio de San Juan de la Peña, del de Leyre y de castillos como el de Biniés. Los amantes de la naturaleza y la fotografía también pueden disfrutar de otros rincones como la selva de Oza, que para el que no la conozca es todo un espectáculo en otoño… y hablando del otoño, Bagües está rodeado de pinares, así que los aficionados a las setas no podéis olvidar vuestras cestas. Si vosotros también queréis contribuir a que los pueblos sigan vivos, basta con que visitéis esta u otras casas rurales. Además de colaborar en su mantenimiento os llevaréis un recuerdo inolvidable de sus anfitriones. ¿A qué estáis esperando?
Fotos: Pilar Pérez y Joaquín Ventura