Playa de La Concha de San Sebastián. (Foto: Eduardo Bueso)
Desde San Sebastián
Por Mikel Corcuera
Premio Nacional de Gastronomía
No soy una persona que crea mucho en los refranes. Aunque me guste citarlos constantemente, por un regusto literario y a veces algo masoquista.
Además, la mayor parte de ellos son, no sólo retrógrados, sino completamente contradictorios con otros. Me explico. Por ejemplo el famoso dicho, “Al que madruga Dios le ayuda” choca frontalmente con el de “No por mucho madrugar amanece más temprano”.
Un primo mío algo descreído, más bien pasota, y bastante vago, abunda siempre en el tema diciendo algo tan simplista como que, al que pierde la cartera al ir al curro a las seis de la madrugada, poco le ayuda el todopoderoso, y sin embargo si echa una manita, premiándolo, al dormilón que se la encuentra después.
Bromas aparte, también hay en dichos culinarios este tipo de contradicciones. Por ejemplo, en el tema del huevo hay ejemplos de muchos refranes y sentencias harto discutibles. Hay una que tiene un claro sentido de las épocas de subsistencia y en las que se les dotaban a los huevos preeminencia en los poderes patriarcales como es la de: “Cuando seas padre comerás huevos”. Sin embargo hay un proverbio escocés que está cargado de sentido común: “Para cocinar un huevo hay que tener cabeza”. Y desde luego, parece menos despreciativa que esa otra expresión nuestra que ridiculiza a los torpes en la cocina: ¡No sabe freír un huevo¡ Como si esa tarea fuera una cosa fácil. Nada más lejos de la realidad.
Un grandioso pintor como Velázquez, nos legó en su maravilloso cuadro “Vieja friendo huevos” todo un tratado gráfico de su perfecta ejecución En este lienzo que se encuentra desde 1955 en Edimburgo, concretamente en la Galería Nacional de Escocia, se distingue la cantidad de aceite adecuada y su temperatura idónea (al borbotear los bordes de la clara). La anciana con una cuchara de madera en su mano derecha remueve el aceite de su cazuela de barro vidriado para que no se agarre la clara, mientras que con la mano izquierda se dispone a cascar otro huevo en el borde del recipiente sobre un hornillo portátil.
Texto: Mikel Corcuera. Fotos: Eduardo Bueso. Texto y fotos: copyright
“Vieja friendo huevos” de Velázquez expuesto desde el año 1955 en la Galería Nacional de Escocia de Edimburgo.