Portada del libro «Enmimismado»
He adquirido un libro de Miguel Caballú, que tenía gran ilusión de leer. Miguel, gran amigo y a la vez compañero de la Academia Aragonesa de Gastronomía.
¡Gracias, Amazon¡ Hoy lo he recibido y comenzado a hojear y ojear con avidez.
Mi sorpresa ha sido ver y leer que en el “textículo 141″ hablaba de mi libro (… Umbal). Gracias, Miguel Caballú, caspolino de pro y sastaguino por cercanía. Cada uno ama a la ciudad donde nació… en mi caso, Zaragoza, y en el de mi esposa Elena, sastaguina defensora a ultranza de la villa (Sástago) en la que vio la primera luz.
El libro no tiene desperdicio. Ameno, diferente (y ya es difícil serlo, en estos tiempos), inteligente (muy inteligente)… no seguiré calificándolo. Léanlo.
Y en cuanto a su autor, después de asombrame con su currículo (al final de este artículo), para mí es: buena gente, algo que cada día valoro más.
«Textículo 141» dedicado a «Juegos Palabrares»
Resumen:
«Un libro para hojear y, en su caso, leer sin prisa». Así define el propio escritor, Miguel Caballú, el ejemplar que acaba de publicar titulado ‘Enmimismado. 400 tertulias conmigo mismo (y contigo si te apetece)‘.
Abriendo por cualquier hoja uno se puede encontrar decenas de palabras que le hagan sonreír o cabrear, o pensar, o simplemente entretener. El autor, amigo de las tertulias entre amigos, encuentra y comparte motivos para que el lector pueda montarse una tertulia privada. «Este método me fue muy útil durante la pandemia, cuando no podíamos ver a nadie y conversar, es importante hacerlo con uno mismo», explica Caballú.
El escritor caspolino se abre en canal y comparte sus reflexiones y opiniones más sinceras de temas que van desde la propia pandemia, hasta la política, temas sociales como el trabajo, la familia, los mayores, o la despoblación, todos ellos con el punto de partida de palabras mundanas (como sueños, poema, religión, curiosidad, niños, fútbol, Aragón, socorro, noticias, churros, nacionalismo…), y por supuesto, mucho de ello relacionado con el mundo rural.
«Creo que se me ve mucho el plumero en estas páginas, se nota mi cariño hacia los pueblos y en especial hacia Caspe, que es una de las palabras más repetidas, aparece en más de 40 ocasiones», asegura. Una tertulia silenciosa escrita para que el lector continúe con sus propias opiniones, «si le apetece».
«Dos minutos para leer cada párrafo y otros dos para criticarlo, asumirlo o no, que da mucho gusto disentir, y hasta a veces coincidir», así explica el mecanismo Miguel Caballú. En estos «textículos» (como él llama a los textos pequeños) se pretende huir de la frivolidad, aunque casi siempre se terminen los comentarios con alguna ironía, frase chistosa o algo insustancial que parece que rebaja la autoridad de lo que se acaba de decir.
Currículo:
Miguel Caballú Albiac nació en Caspe (Zaragoza) en 1941, y es un conocido auditor, censor de jurado de cuentas, API, técnico de empresas turísticas, escritor y periodista, entre otros. Además ejerce de vicepresidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis 1996-2008, es presidente de Honor del SIPA (Sindicato de Iniciativa y Propaganda de Aragón), vicepresidente de la Academia Aragonesa de Gastronomía, presidente de Honor del Centro Estudios Bajo Aragón (Institución Fernando el Católico), director de la revista «Aragón, turístico y monumental», Premio BUHO de la Asociación de Amigos del Libro Biblioteca de Aragón, y cuenta con la Placa al Mérito Turístico de Aragón del Gobierno de Aragón como escritor de turismo, y la Medalla al Mérito Turístico de la Diputación General de Aragón.
Caballú asegura que ya tiene en su poder las palabras que forman un segundo volumen. «En lugar de hacer ejercicio físico diario, yo lo hago mental, cada mañana me levanto y escribo un par de párrafos, lo recomiendo mucho, es una buena manera de mantener activa la creatividad».
Miguel Caballú (Foto: Eduardo Bueso)