Por Ana Coscujuela Vigo
Hoy visitamos la ciudad de Bath, conocida en tiempos romanos como Aquae Sulis (las aguas de Sulis, diosa de las aguas termales). Como veis su nombre está doblemente relacionado con el agua, y es que Bath es la única ciudad con manantiales naturales de agua caliente de Inglaterra. Según cuenta la leyenda, su fundador fue Bladud, hijo del rey Hubidras. Bladud fue enviado a Atenas para ser instruido por los sabios filósofos griegos. A su vuelta, el príncipe había contraído la lepra y fue repudiado de la corte. Se le otorgaron tierras y una piara de cerdos para que sobreviviera. Bladud observó que los animales pasaban largas horas revolcándose en unos manantiales y como no había manera de sacarlos de allí, tuvo que adentrarse él mismo en las aguas. Sorprendentemente sus heridas comenzaron a sanar y sobre ese lugar se erigió la ciudad donde posteriormente los romanos construirían sus termas.
Aunque el principal atractivo son sus aguas termales, Bath también destaca por su arquitectura de estilo georgiano. La ciudad fue construida con piedras de una cantera cercana, lo que le confiere un aspecto uniforme y armónico. Entre sus edificios destacan el Royal Crescent y The Circus, donde vivían los personajes más famosos de la época y hoy en día actores como John Cleese (Monty Pythons) o Nicolas Cage. Paseando por las calles llama la atención la cantidad de viviendas que tienen alguna ventana tapiada… ¿Cuál sería el motivo? el “Windows tax” que impuso el rey Guillermo III en 1696 para recaudar rápidamente impuestos. La fórmula era sencilla, a más ventanas, más dinero y más recaudación. Esto causó gran enfado en la sociedad y los ciudadanos respondieron tapiando sus ventanas.
Otra estructura característica es el puente Pulteney que atraviesa el río Avon. Lo primero que llama la atención es su parecido con el puente Vecchio de Florencia, debido a que el arquitecto Robert Adam se inspiró en él tras su visita a la ciudad Italiana. Y aquí va una curiosidad para los amantes del cine. Este puente aparece en la última versión de “Les Misérables”, cuando Javert, interpretado por Russell Crowe, “cae” al río. Pero el actor nunca rodó en la ciudad… ¿será por eso que lo llaman la magia del cine? Por cierto, en Reino Unido hay bastantes ríos que se llaman Avon. Esto tiene una explicación, a los romanos les gustaba tener todo perfectamente registrado con su nombre, y conforme iban conquistando territorios, preguntaban a los habitantes como se llamaba el río y su respuesta era “Afon” o “Avon”, es decir, “río”.
A la hora de almorzar elegimos un lugar histórico, la casa de Sally Lunn, considerada la más antigua de Bath. Sally Lunn fue una refugiada francesa que fundó una panadería alcanzando un gran éxito en la época. Fueron muchos los que intentaron copiar su receta pero ninguno consiguió preparar su famoso pan. 300 años después en este restaurante museo se sirve el “Sally Lunn Bun” un panecillo que es el principal ingrediente del menú y que supuestamente se elabora con su misma receta. Además en los bajos del edificio todavía se conserva la cocina original de la joven.
Y aunque Bath tiene mucho por descubrir, aprovechamos para escaparnos a Castle Combe, uno de los pueblos más bonitos de Inglaterra y escenario de múltiples películas, como la versión inglesa de “Doctor Dolittle” rodada en 1967 o más recientemente “Stardust” y “War horse” de Steven Spielberg.
Fotos: Ana Coscujuela & Néstor Moreno