FROM NEW ZEALAND
Por Ana Coscujuela Vigo
Esta vez nos embarcamos por tierra, mar y aire y recorreremos Nueva Zelanda en un viaje muy especial que mucho se parece a un sueño. Los dos días de trayecto, para llegar a exactamente la otra punta del mundo desde nuestro país, se compensan con la naturaleza salvaje y civilizada que nos espera en el “país de la gran nuble blanca”, en maorí “Aotearoa”. Digo por tierra, mar y aire, porque primero hay que llegar en avión y una vez allí la mejor forma de visitar el país es alquilando una auto caravana o un coche, a vuestro aire, parando a visitar los puntos de interés o simplemente fotografiar los impresionantes paisajes con los que os encontrareis. Eso sí, un pequeño detalle, se conduce por la izquierda. Por agua porque el país se divide en dos islas principales, la norte y la sur, y para pasar de una a otra hay que coger un ferri de Wellington a Picton, o viceversa, que se convertirá en un bonito paseo por el estrecho de Cook. Actualmente, Nueva Zelanda es mundialmente conocida por los amantes de las trilogías cinematográficas de El señor de los anillos y el Hobbit, y es posible visitar “Hobbiton” y “Mordor”, dos espectaculares escenarios del film que sin duda te transportan a un mundo de fantasía. Los All Blacks con su imponente Haka o Edmund Hillary, el primer hombre que subió al Everest, son otros de los signos más distintivos. La agricultura y ganadería han sido y siguen siendo las principales actividades económicas del país. Grandes extensiones de terreno con ovejas de raza Merina (procedentes de España y grandes productoras de lana) y vacas Frisonas, Jersey y Angus (la dos primeras de aptitud lechera y la última cárnica), adornan la ruta, es indiferente la carretera que cojáis.
Pero, ¿qué hay de su gastronomía? Yo destacaría la diversidad de marisco, típico o característico de esta parte del mundo, como las pauas o los mejillones de labios verdes, sin olvidar las ostras sin duda las más conocidas y abundantes. Las pauas, con sus conchas de colores irisados que van desde el azul frío, el verde marino y el púrpura oscuro hasta el amarillo y el rosa suaves, son muy utilizadas en joyería y también por los artesanos maoríes, que las utilizan como “ojos” en sus tallas de madera. Otro plato típico aunque menos exótico es el “fish and chips”, procedente de Reino Unido, este plato de comida rápida es muy popular entre los habitantes del país. En este caso lo más llamativo son las especies de pescado que utilizan para su “elaboración”. El pez elefante, la merluza de cola azul, el Rig, el New Zealand Sole, etc. son algunas de las opciones que veréis disponibles. Nosotros nos decantamos por probar los mejillones de labios verdes, de los cuales destacaría su gran tamaño tanto de concha como de mejillón. También, hay granjas de salmones en las que además de visitar las instalaciones y conocer su forma de cría, puedes pescar tu propio salmón y te lo cocinan al momento.
Para acompañar todos estos productos no podemos olvidar el maridaje, y es que Nueva Zelanda también es conocida por sus vinos. En los últimos años su producción se ha triplicado, adquiriendo fama a nivel mundial. Destacan sus blancos hechos de sauvignon o de chardonnay, los vinos tintos elaborados con cabernet sauvignon o sus excelentes pinot noir.
Y para finalizar, no podemos quedarnos sin postre, esta vez elegiremos la fruta que da nombre a los habitantes del país, el kiwi, aunque realmente este nombre se le dio por su parecido con el ave; la producción de esta fruta es llamativa por sus diferentes variedades, minis, golden, abbott, etc., además de ser muy apreciada por sus propiedades.
Fotos: Ana Coscujuela & Néstor Moreno
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