¿Snowdonia? Si os preguntáis dónde está y queréis descubrirlo, acompañadnos en este viaje exprés por el norte de Gales especialmente recomendado para los amantes de la naturaleza y de las carreteras estrechas. Su nombre proviene de Snowdon, la montaña más alta de Gales con 1.085 m. Como curiosidad, el neozelandés Edmund Hillary se entrenó aquí antes de ser el primer hombre en ascender el Everest. Emulando sus pasos, nuestro principal objetivo era ascender a la cumbre si las condiciones meteorológicas del mes de diciembre lo permitían. La cima nos recibía con nieve y viento helador, pero nos recompensó con una panorámica de 360 grados. Lagos y montañas entre nubes y rayos de sol y al fondo el mar hicieron que dejar de sentir los apéndices articulados que sujetaban la cámara de fotos, mereciera la pena… Por cierto, también es posible acceder hasta aquí con un tren que sigue una ruta centenaria.
Al llegar al coche y ojear el mapa nos dimos cuenta que a menos de 25 km tenemos un singular pueblo, “Llanfairpwllgwyngyllgogerychwyrndrobwllllantysiliogogogoch” con el topónimo más largo de Reino Unido y el tercero más largo del mundo. Significa «Iglesia de Santa María en el hueco del avellano blanco cerca de un torbellino rápido y la iglesia de San Tisilio cerca de la gruta roja», pero todavía no hemos descubierto cuál es el gentilicio de sus vecinos. De vuelta a Bala, nos alojamos en un pintoresco hotel del siglo XVIII llamado White Lion Royal Hotel donde degustamos cerveza y sidra de la zona.
A la mañana siguiente repusimos fuerzas con el típico “Welsh breakfast” similar al “English”, con sus huevos a elegir entre fritos, escalfados o revueltos, sus judías, champiñones, salchichas, pastel de patatas frito, morcilla negra, etc. pero compuesto por productos locales.
En Llanrwst pasamos por el famoso puente “Pont Fawr” que comunica las orillas del río Conwy y forma parte del fotografiado escenario junto con la casa de té, especialmente característica cuando en otoño la hiedra se tiñe de rojo.
En la desembocadura del río está la ciudad que le da nombre, Conwy, con su imponente castillo declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Por las murallas que rodean la ciudad se puede pasear y disfrutar de las vistas. Estas fueron levantadas a finales del siglo XIII por orden del rey inglés Eduardo I, que fortificó toda Gales conforme la iba conquistando. Además, en esta localidad nos encontramos con la casa más pequeña de Gran Bretaña (1,8 m de ancho x 2,4 m de profundidad x 3 m de alto). Aunque parezca mentira, la vivienda estuvo habitada hasta el año 1900, cuando el pescador Robert Jones, que medía 1,92 m y apenas podía ponerse de pie dentro de ella, fue obligado a dejarla por ser declarada inhabitable. Y como Gales da para mucho… prometemos más en otro artículo.
Texto de Ana Coscujuela (especialmente escrito para Lugares con Estrella).
Fotos: Ana Coscujuela y Néstor Moreno