Arroz caldoso con cigalitas de Casa Luis de Zaragoza. (Foto: E. B.)
Desde San Sebastián
Por Mikel Corcuera
Premio Nacional de Gastronomía
La paella es sin duda un plato número uno de la culinaria española popular y por supuesto valenciana, y que es, como se ha dicho, todo “un símbolo de la cocina diurna, solar, festiva, pagana, ruidosa y alegre”. Sin embargo muchos desconocen que este plato es una elaboración de relativa antigüedad. No sólo no existe constancia sobre ella anterior al siglo XVIII, es que además, en dicha época ni siquiera el arroz era un plato importante en la alimentación del Levante español, ya que el principal protagonista de esta gastronomía era la “olla”.
Arroz a banda. Receta tradicional valenciana. Restaurante El Foro. (Foto: E. B.)
El arroz fue introducido en Valencia por los árabes entre los siglos VIII o IX, pero la región no mereció su reputación como capital española hasta mucho más tarde. Más confusión ha generado todo el entramado de términos relacionados con la paella. La palabra paella empezó a usarse en castellano a partir de 1900 como sinónimo de “arroz en paella a la valenciana”. Paella en catalán significa sartén, término que a su vez fue tomado del francés antiguo (paele) del siglo XIV. Hoy, en francés actual, la sartén se llama poêle. También es curioso comprobar cómo el castellano tenía una palabra en desuso que era “paila” que se usaba en el siglo XVI y que quería decir vasija grande de metal redonda y poco profunda. Impropiamente hoy llamamos paellera en castellano a esa sartén donde se confecciona la paella valenciana, pero en realidad paellera es, hablando en propiedad, sólo la señora que hace la paella. Entonces, paella se refiere no sólo al recipiente sino al resultado de la cocción.
Pero también hay que señalar que todavía hoy en día en la mayor parte de las paellas que se ofrecen por el conjunto del país (con puntuales excepciones, sobre todo levantinas) recuerdan algo a las que nos narra Colman Andrews en su sensacional libro de Cocina Catalana: “… Obra en mi poder una receta recortada de un periódico de Los Ángeles para elaborar una paella. Hecha con sobras de pavo, almejas de lata, rodajas de pepperoni y arroz precocinado ¡En un microondas!” Y que viene a corroborar lo que decía mucho antes el inolvidable Josep Plá: “Los abusos cometidos en nombre de la paella valenciana son excesivos, un auténtico escándalo.”
Arroz «de la vega». (Foto: E. B.)
Otra de las cuestiones más polémicas sobre la paella es la discusión sobre la receta originaria. El inolvidable escritor valenciano Lorenzo Milló decía que, “de pocas cosas se habrá divagado más y más inútilmente, que sobre cuál es la verdadera paella valenciana”. Hoy casi todo el mundo acepta que no hay reglas fijas en cuanto a sus ingredientes Pero langosta, langostinos y otras lindezas son bastante ajenos a la auténtica paella. Los elementos únicamente esenciales de este plato son: el arroz, el aceite y el caldero y por supuesto, un fuego vivo. Lo demás, teniendo en cuenta el origen rural del plato puede variar según el lugar y la estación; los labradores (inventores reales de este plato) le añadían al arroz los ingredientes que daban sus huertas (garrofots, fesols) y las carnes de animales de sus corrales (gallinas, patos, pollos). Y en otras partes altas de Valencia se les añadía conejo de monte, tordos o perdices naturalmente cuando se cazaban allá por el otoño. Y en la zona de la Albufera lógicamente le agregaban lo que pescaban allí, es decir anguilas, e incluso en épocas más pretéritas: ¡ratas de agua! de los arrozales.
Texto: Mikel Corcuera.
Fotos: Eduardo Bueso (copyright)
Arroz al horno a la cazuela de El Foro de Zaragoza. (Foto: E. B.)