Imagen de Garbo Gentlebar (Foto: Eduardo Bueso)
Las navidades más atípicas de la historia reciente están a la vuelta de la esquina y, aunque este año muchas cosas serán diferentes, otras no cambiarán. Los ciudadanos zaragozanos engalanarán sus mesas para recibir las fiestas y el nuevo año con una buena comilona, ya sea junto a sus familiares más íntimos o compartiéndola con los suyos en la distancia a través de una videollamada.
Los langostinos, los patés, el cardo y los asados volverán a ser los grandes protagonistas, aunque este año competirán con otras elaboraciones menos clásicas gracias a la generalización del servicio ‘take away’. De acuerdo con un estudio de una de las principales plataformas de reparto a domicilio, el 41% de los españoles aumentará su gasto en comida para llevar durante estas fiestas.
En cuanto a los gustos de los consumidores, el mismo estudio señala que el 51% baraja como opción la comida mediterránea. No obstante, los días posteriores a las grandes celebraciones la pizza es la clara favorita para el 30% de los clientes.
Lo saben bien en los establecimientos grupo aragonés Verbena Social Bars, al que pertenecen Ginger Fizz, Garbo Gentlebar y Gonzo Bitter Bar, a los que el ‘delivery’ les ha servido para capear, en mayor o menor medida, la crisis provocada por las restricciones. Durante los días previos a la Navidad, sus elaboraciones más despachadas están siendo el escalope Armando, con más de 500 pedidos a la semana; la tortilla trufada, con una media de 150 pedidos; y de postre, la tarta de queso, con más de 300 porciones servidas cada semana.
Los pedidos a domicilio que han experimentado los restaurantes de Verbena Social Bars no solo durante los fines de semana, también para celebrar los puentes y los días festivos. “Antes hacíamos, de media, 200 pedidos semanales. Ahora se han incrementado en un 34%”, señalan los propietarios de Ginger Fizz, que lleva dos años repartiendo a domicilio deliciosos pokes y piezas de sushi mediante ‘Ginger to go’.
También en Garbo Gentlebar y Gonzo Bitter Bar, que nunca habían repartido a domicilio, están realizando cerca de 800 pedidos a la semana.
Las comandas para estas fechas han confirmado un cambio de hábito este año en las mesas navideñas aragonesas: se prefiere no cocinar y disfrutar más de los familiares y, por otro lado, se quiere apostar por apoyar la restauración local y sustituir los alimentos que antes considerábamos exclusivos de estas fechas, por los manjares que siguen siendo exclusivos, porque ya no los podemos consumir en el bar de siempre.
Fotos: La Sobremesa Estudio y Eduardo Bueso (copyright)
Ginger Fizz (Calle Costa de Zaragoza)