Karlos Arguiñano
No se trata de un libro más. Es lo primero que deseamos comentarles. Tras siete décadas de vida y medio siglo cocinando, Karlos Arguiñano nos brinda un amplio recetario que configura el mejor testimonio de su experiencia y amor por la gastronomía.
Pero es importante saber que no se trata de una mera o simple recopilación de recetas ya publicadas, sino que este muy trabajado libro se ha realizado a base de recetas no publicadas con anterioridad.
Mil recetas que son un homenaje a todos los elementos que le han llevado a convertirse en el cocinero de referencia de millones de hogares. Un cuidado y amor únicos por la materia prima, elaboraciones sencillas aptas para todo tipo de cocineros, consejos que dan al plato el toque especial y una propuesta amplia para todo tipo de paladares y ocasiones. En el libro se ve reflejado el cuidado y el amor que tiene el zarauztarra por la materia prima, las elaboraciones sencillas y la innovación.
Portada del libro
Arguiñano también quiso aprovechar el momento de la presentación del libro para animar a sus seguidores a que vayan al mercado a hacer la compra, se decanten por los productos de temporada y cuiden su alimentación, porque «no te lleva tanto trabajo y es mucho más divertido y ameno».
El cocinero afirmó que es de los que van a comprar «al casero de al lado de casa» o al mercado y aunque «tenga una idea general», suele ir «improvisando». Variar los alimentos y que sean sin procesar «es esencial para que los platos salgan bien», añadió el chef.
Karlos Arguiñano ha incorporado entre sus mil recetas variadas las que son «de toda la vida y a su vez especiales» como el arroz caldoso con tempura de borraja, los canutillos de pastel de pescado, el ‘bloody mary’ con berberechos o la crema de calabaza con cigalita y beicon, entre otras. Recetas de elaboración propia, para disfrutar en familia o con amigos, y de las que emana esa alegría contagiosa que tan bien define su cocina.
Fotos del libro 1000 recetas de oro y Eduardo Bueso (copyright)
Detalle de la estatua situada a la entrada del restaurante de Karlos Arguiñano en Zarauz. (Foto: Eduardo Bueso)