Identificar nuevas variedades de olivar, obtener una diferenciación argumentada en los mercados, confirmar y homogeneizar las múltiples sinonimias en el olivar del territorio y caracterizar ejemplares singulares son los objetivos de un proyecto puesto en marcha por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Aceite Sierra del Moncayo en colaboración con el Centro de Investigación Tecnológica de Aragón (CITA).
Desde el Consejo Regulador conocían de la biodiversidad de su olivar y la falta de diferenciación en los mercados de los aceites de oliva vírgenes extra. Por eso decidieron poner en marcha este estudio con el fin de obtener nuevos aceites de oliva virgen extra procedentes de variedades singulares y minoritarias, lo que aumentará su valor añadido en el mercado.
Así, el consejo regulador y el CITA se han unido para llevar a cabo un proyecto de análisis de la biodiversidad de las variedades autóctonas de olivo de la D.O. que consiste en la prospección y recogida de germoplasma de olivo autóctono, haciendo hincapié en variedades marginales de olivo de las comarcas de Campo de Borja y Tarazona y el Moncayo. La clasificación podrá compararse después con el resto de genotipos del Banco Mundial de Germoplasma.
Este proyecto está acogido a la subvención de apoyo a acciones de cooperación de agentes del sector agrario en el Marco del Programa de Desarrollo Rural para Aragón 2014-2020 y cofinanciación por el FEADER (80%) y la Comunidad Autónoma de Aragón (20%).
Con esta acción se espera que las explotaciones mejoren su rentabilidad, al tener productos diferenciado en los mercados, estimando incrementos mínimos en el precio final de venta del 20% y un descenso de gastos en poda -al ser plantas menos vigorizantes- y en abonos -por encontrase más adaptadas a las condiciones edafoclimáticas locales-.
Además, será beneficioso desde el punto de vista medioambiental, al trabajar con variedades más adaptadas, y asegurará la permanencia y riqueza de las variedades minoritarias mediante su identificación y posterior protección. La dinamización del cultivo en el territorio será un elemento muy beneficioso para la fijación de CO2 y la reducción de emisiones por optimización de tareas a desarrollar en el olivar autóctono y seleccionado.