Pirineo Aragonés
Por Ana Coscujuela Vigo
La Asociación de empresarios turísticos Punto Pirineos ha celebrado las primeras jornadas Learn Spanish dedicadas a conocer y descubrir el entorno de Montanuy y Bonansa, en la Alta Ribagorza (Huesca), aprendiendo y practicando la lengua castellana. La novedosa convocatoria contó con participantes españoles fundamentalmente procedentes de Aragón y Cataluña, junto con otros de Francia y Brasil, además de estar acompañados en todo momento por representantes locales.
Durante los tres días se realizaron distintas actividades y una inmersión lingüística completa en la lengua castellana que agradó mucho a los participantes extranjeros, pero también el dialecto local de la zona despertó la curiosidad de los que ya dominaban el castellano.
Carnicería Porté-Estop de Vilaller
El primer día se desarrolló en el Valle de Barrabés, visitándose el Centro de Interpretación de Aneto. Posteriormente se recorrió un tramo del sendero de la Creu. Por la tarde, la visita se centró en la Carnicería Porté-Estop de Vilaller, que elabora sus propios embutidos de manera artesana con productos de proximidad. Aquí los asistentes pudieron aprender el proceso de elaboración y degustar algunos de los productos de la zona. La Carnicería Porté-Estop forma parte del movimiento Slow Food, que une el placer de la buena mesa con el compromiso hacia las comunidades locales y el medio ambiente. La organización Slow Food fue fundada en 1989 con la finalidad de contrarrestar el auge de la comida rápida y la vida rápida, impedir la desaparición de las tradiciones gastronómicas locales y combatir la pérdida de interés de la sociedad por los alimentos, su origen, su sabor y las consecuencias que cada una de nuestras decisiones alimentarias ejerce en el mundo.
La jornada del sábado se desarrolló en el valle de Baliera, en la localidad de Castanesa. Aquí se visitó el museo del Municipio de Montanuy y se recorrió la villa descubriendo los elementos culturales y tradicionales de la misma. Desde el mirador de Piedad se disfrutó de unas espectaculares vistas de todo el valle. A mediodía los participantes pudieron disfrutar de la maravillosa gastronomía de la zona en el restaurante Ca de Graus.
La última jornada comenzó en Ca de Llibernal de Noales, donde los participantes descubrieron el mundo de la apicultura y de los productores locales. Como colofón pudieron degustar la exquisita miel de Ca de Llibernal. La jornada continuó con la visita al Castillo de Castarné y a las ermitas de Bonansa.
Tanto participantes como organización mostraron un alto grado de satisfacción. Las jornadas han significado unos días de convivencia en los que lengua y turismo han ido de la mano en un entorno natural y cultural, donde los productores locales han sido los principales anfitriones.
Fotos: Ana Coscujuela Vigo