Por Ana Coscujuela Vigo
Volvemos a adentrarnos en mi querido Pirineo aragonés, concretamente a la Alta Ribagorza, para seguir descubriendo esta hermosa tierra. En un artículo anterior os conté en qué consistían las “Fallas del Pirineo”. (https://lugaresconestrella.com/blog/las-fallas-antorchas-del-pirineo/). Ahora, con la llegada de la primavera, llegan los días largos, que invitan a dejar el calor del hogar y salir a disfrutar de la naturaleza y, cómo no, de la gastronomía.
La ganadería extensiva y la agricultura son el principal motor económico y forma de vida de la mayoría de los habitantes de este territorio. Con esfuerzo y dedicación, día sí, día también, mantienen sus explotaciones en unos tiempos donde competir con la producción intensiva y las grandes multinacionales complica su futuro. Los negocios familiares en los que se venden productos elaborados de forma tradicional, como el pan, la miel, embutidos o quesos, así como el turismo rural, también actúan como importantes fijadores de la población. En un mundo donde lo prefabricado está a la orden del día, sobra destacar la calidad de estos productos “auténticos”, que apenas han viajado unos kilómetros desde su lugar de origen, cobrando, de este modo, un valor especial.
Por todo esto y más, merece la pena visitar y descubrir estas poblaciones pirenaicas, donde cada casa se conoce por su nombre y no por su número. Además, este año y por primera vez, durante los meses de abril y mayo podremos disfrutar de las jornadas gastronómicas “El tastet” en el restaurante Nestuy de Aneto, en el restaurante Bonansa de dicha población y en Ca de Graus de Castanesa. Estas jornadas están organizadas por los ayuntamientos de Montanuy y Bonansa con el objetivo de potenciar los excelentes productos locales y dinamizar los pequeños núcleos que los forman. La carne de ternera y de cordero, productos estrella del territorio, serán los ingredientes principales de los menús.
Para abrir boca… A lo largo del mes de abril se podrán degustar platos elaborados con ternera, como por ejemplo piruletas y croissants de ternera, galtas o guisos. El mes de mayo estará dedicado al cordero, dónde se apuesta por la típica caldereta de cordero, cabezas al horno, ternasco o mini albóndigas.
Las opciones de alojamiento son variadas ya que prácticamente todas las localidades de la zona disponen de apartamentos o casas rurales. Si os gusta el arte románico, estáis de enhorabuena, puesto que la zona cuenta con pequeñas iglesias y ermitas construidas en esta época. Y como curiosidad, en Castarné se encuentran las ruinas del Castillo de los Azcón, construido en el siglo XI para la defensa de la villa.
¡Ah! Casi se me olvida, “tastet” equivaldría a “catar” una pequeña ración de comida. Esta palabra la utilizaba mi abuela Paquita a la hora de elaborar los embutidos (“xoriços”, “llonganizas”). Tras preparar la carne con las especias, hacía un “tastet” entre todos los participantes para saber si necesitaba añadir algún otro condimento.
Fotos: Ana Coscujuela Vigo