Curiosa foto, nunca publicada, realizada a Lucio en el restaurante del Casino de Murcia, el 3 de abril de 2003. (Foto: Eduardo Bueso)
Nuestra amistad con Lucio data de hace más de veinte años, cuando editábamos la revista “Buena Mesa”. Durante dos décadas hemos asistido a las reuniones anuales de esta gran Asociación de restaurantes y Lucio nunca ha fallado a las citas, siempre haciéndonos disfrutar de su excelente humor.
En nuestros habituales viajes a la capital de España aprovechamos a menudo para visitar Casa Lucio. En esta ocasión le hicimos unas cuantas preguntas a modo de corta entrevista.
Entrada del restaurante Casa Lucio
Nos acercamos hasta la zona con antelación a la hora prefijada, pasando y paseando por la Plaza Mayor, con sus ya animadas terrazas, para más tarde descender a través de entrañables callejas por las que el tiempo ha pasado sin hacerse ver. A uno y otro lado de la Cava Baja, bares y restaurantes abren los párpados de sus persianas, para más tarde ser acicalados sus cristales y lustrados sus latones.
Por un momento, el bullicioso Madrid parece que se ha tornado en un pueblo de provincias de los años cincuenta. Los vecinos charlan en los patios, se saludan cuando se cruzan por las aceras o comentan sus “secretos”, bolsa de supermercado en mano.
Comedor principal (planta baja)
Nos introducimos en Casa Lucio. Todo está “de revista”, es decir, impecable. Los empleados repasan los detalles de las mesas, alineando los cubiertos, colocando las reservas, el pan (roscas típicas) recién hecho. Aprovechamos el momento (quizá uno de los pocos del día) en los que los comedores están sin público, para realizar algunas de las fotografías que acompañan a este reportaje. Otras, como ya explico al final de este artículo, las he ido haciendo en diferentes visitas.
ENTREVISTA
A la una en punto, nos recibe Lucio en su establecimiento. Como el tiempo es breve, pasamos a una de las mesas para realizar la entrevista. Tras una corta, pero amena conversación, descubrimos sus gustos y opiniones personales, dejando entrever una poderosa personalidad.
Lucio en su restaurante. Foto E.B.
A la hora del aperitivo, para Lucio es ideal una manzanilla (todos los días toma una antes de cada comida y cena) y unos taquitos de jamón de Jabugo. Respecto a las comidas, no perdona ninguna de las tres diarias.
Comedor de la planta superior
Si le preguntamos por su ciudad y su país favorito, siente predilección por Madrid, ya que “se lo ha dado todo” y México, ya que “todo” México son clientes suyos. En cuanto a restaurantes y hoteles, prefiere no mencionar a ninguno español, “ya que hay muchos, muy buenos y amigos en su mayoría”. Así pues, se decide por Paris, donde elegiría al mítico Lasserre y al Hôtel George V, este último por su tradición.
Salones del Hôtel George V de París, establecimiento preferido por Lucio en sus viajes a la capital francesa. Foto: E.B.
En cuanto a su profesión, considera que el plato más difícil de realizar son los callos a la madrileña, mientras que los huevos de Lucio, sin duda el que más fama tiene en el mundo, es el más sencillo, pero a la vez el más complicado, si se desea la perfección.
Para almorzar, en su establecimiento toma siempre el plato del día, acompañado por un buen vino, aunque habitualmente comienza con una ración de jamón de Jabugo, algo imprescindible en su alimentación diaria.
Tiene pasión por los toros y el fútbol (es del Atlético de Madrid de toda la vida), aunque posee amigos en todos los clubes, recordando a Don Santiago Bernabéu, como uno de sus mejores amigos.
También de modo anecdótico nos comenta que Woody Allen tiene especial predilección por su restaurante hasta tal punto de que en una de sus visitas a España, después de cenar, solicitó que le preparasen comida para llevársela al día siguiente a Estados Unidos.
Ya en la mesa, degustamos los platos más destacados de su carta: huevos Lucio, fabada, que era el plato del día, y churrasco. Para terminar, arroz con leche.
Huevos estrellados de Casa Lucio (Foto: E.B.)
Dejamos la Taberna Lucio, pero nos quedamos con un gratísimo recuerdo de su propietario este entrañable personaje, elegido “tabernero más popular del mundo”.
Texto y fotos: Eduardo Bueso (copyright).
Importante: estas fotos se han realizado a lo largo de varios años, por lo que alguna de ellas no es actual, aunque el establecimiento no ha cambiado prácticamente su aspecto hasta nuestra reciente visita.
Vista del comedor desde la primera planta