Por Ana Coscujuela Vigo
Esta vez seguiremos los pasos de los profesores J.R.R. Tolkien y C.S. Lewis por la ciudad que inspiró a los dos genios de la literatura fantástica. Sin saberlo habíamos viajado a Oxford en la celebración del “May day”. Y no es porque pidan ayuda precisamente, (“mayday” es una señal de socorro que proviene del francés “m’aider”), sino porque el 1 de mayo celebran la llegada del buen tiempo con un festival en honor a la diosa Flora. ¿Qué tiene de peculiar este día? Pues que a las 6 de la madrugada los coristas de Magdalen College cantan desde la Great Tower, mientras una multitud se reúne en el puente Magdalen. Además, durante la jornada actúan diferentes grupos folklóricos con pintorescos atuendos que no pasan desapercibidos.
Oxford es mundialmente conocida por su Universidad y su competitividad, no sólo en las regatas, con Cambridge… A la hora de solicitar plaza, el alumno debe elegir una de las dos Universidades, ya que si es rechazado por una, ¡cómo iba a ser entonces aceptado por la otra! También son muchos los personajes, tradiciones y anécdotas que la rodean. Presidentes y Primeros Ministros han pasado por sus aulas y por sus bares. En el Turf Tavern se recuerda el record Guinness del ex Primer Ministro de Australia Bob Hawke por beber 1,7 litros de cerveza en 11 segundos. Por cierto, este señor acaba de lanzar su propia marca de cerveza.
Un dato curioso para los amantes de las “Crónicas de Narnia”, es que C.S. Lewis se inspiró en una singular puerta del “St Mary’s passage” para dar vida al mítico león Aslan y al fauno Mr. Tumnus. Además a tan sólo unos pasos está la farola que Susan se encuentra rodeada de nieve en su primer viaje a Narnia. Continuando por el pasaje se accede a la Cámara Radcliffe, diseñada para albergar una biblioteca, también sirvió de inspiración a Tolkien, quien señaló su parecido con el templo de Sauron dedicado a Melkor o Morgoth, el primer señor oscuro. Hoy este edificio forma parte de la biblioteca Bodleiana, donde se encuentran muchos de los manuscritos originales del profesor, entre ellos “El señor de los anillos” y “El hobbit”. Aquí también se rodaron las escenas de la biblioteca de Hogwarts y la enfermería de la saga Harry Potter.
A la hora de almorzar toca hacer una parada en el Eagle and Child, punto de reunión de los Inklings, grupo literario del que formaban parte Tolkien y Lewis. Como era de esperar el rinconcito en el que sentaban estaba ocupado… pero el local mantiene su esencia a la vez que hace referencia con su decoración a sus ilustres clientes. La carta es idéntica a la que ofrecen en el The Chequers, otro de los pubs históricos de Oxford, comida “rápida” a un precio asequible. Por cierto, no esperéis a que el camarero vaya a tomaros nota, tendréis que ir a la barra con el número de vuestra mesa y la comanda. Esto nos ha sucedido en otros restaurantes del Reino Unido, en alguno sólo con las bebidas… por suerte no hay que ir a por los platos.
Siento que hay mucho que contar y poco espacio para escribir, así que rápidamente os recomendaría una visita al Museo de Historia Natural por su arquitectura interior y al Pitt Rivers por la cantidad de objetos inusuales y multiculturalidad que ofrece. Un paseo en barco por los canales y a pie por los jardines del Christ Church, dónde jugaba Alice Liddle la protagonista de “Alicia en el país de las maravillas”. Visitar la inmensa librería Blackwell que tenía el record de kilómetros de estanterías, y justo en frente, en el museo de Historia de la Ciencia, la pizarra en la que escribió Einstein. Por cierto ¿alguien sabe dónde está la pizarra de su paso por Zaragoza? Y para finalizar, al fijarnos en el escudo de armas de la ciudad observamos un bóvido, y es que Oxford significa “vado del buey”.
Fotos: Ana Coscujuela & Néstor Moreno