Estuche que contiene una botella de Laphroaig 10, en la terraza del River Hall gastro, y al fondo la basílica del Pilar de Zaragoza (Foto: Eduardo Bueso y Miguel Ángel Vicente)
La destilería Laphroaig, respetada entre los amantes del whisky turbado por su elegancia y finura, se lanza a la conquista del mercado español.
Para ello se realizó un almuerzo de prensa en uno de los salones del Complejo Aura (River Hall gastro).
Adrián Castillo, Brand Ambassador de Laphroaig, preparando los coktails de bienvenida (Foto: Eduardo Bueso)
En primer lugar pudimos disfrutar de un par de coktails de dicho licor. Más tarde compartimos una interesante charla sobre el whisky y más concretamente del Laphroaig disertada por Adrián Castillo, Brand Ambassador de Laphroaig.
Más tarde ya en la mesa saboreamos una magnífico almuerzo maridado con el Laphraig de 10 años.
Dicha comida consistió en:
Coca de hojaldre con manzana caramelizada y foie (Foto: E. B.)
Vieira de gnocci de calabaza y jamón de bellota (Foto: E. B.)
Rodaballo al Orio (Foto: E. B.)
Carrillera de cebón al gusto de Laphroaig (Foto: E. B.)
Petir fours (con macarons de Laphroaig) (Foto: E. B.)
Drams de Laphroaig 10 (Foto: E. B.)
SOBRE EL WHISKY LAPROAIG
Hay una importante tendencia actualmente en la gastronomía líquida por los sabores ahumados siendo los whiskys turbosos y el mezcal los grandes protagonistas. Esto permite a los profesionales del bar y la cocina crear innovadoras y revolucionarias combinaciones que maridan sabores fenólicos y salados, abriendo la veda a un nuevo universo de propiedades organolépticas aun por explorar.
Foto: E. B.
«Aunque Laphroaig ya podía encontrarse en algunos lugares y ya era bien conocido por apasionados del whisky, es ahora cuando Beam Suntory quiere poner mayor foco en el whisky ahumado como una elección muy interesante para los intrépidos paladares que gustan de sabores intensos. En España, donde la cultura del whisky está en constante crecimiento, hay varias razones por las que es un buen momento para ensalzar este único e inigualable elixir» explica Adrián Castillo Trujillo, Brand Ambassador de Laphroaig.
Desde 1815, la destilería en Islay ha combinado habilidades ancestrales y dedicación a la calidad para crear uno de los single malt más distintivos del mundo. Además, Islay puede presumir de haber sido el primer lugar de Escocia, donde los primeros monjes irlandeses llegaron y empezaron a destilar sus primeros whiskies a principios del siglo 14.
Durante cientos de años la isla ha sido un lugar remoto y casi inalcanzable, donde sus habitantes han podido desarrollar sus propias técnicas de destilación del whisky. Y es que ha estado siempre tan aislada que los primeros recaudadores de tasas de la casa Real Británica llegaron 150 años más tarde que en el mainland.
Una vez contextualizados geográficamente podemos decir que la singularidad de Laphroaig reside en su “terroir”. Y es que cuando mencionamos este galicismo nos estamos refiriendo a cuatro factores: suelo, clima, especie y la acción del ser humano.
Empezando por el suelo, quizás estemos hablando de la parte más distintiva de los whiskys de Islay. En este caso no hablamos tanto de las propiedades que la mineralización del suelo pueda aportar a la planta, si no del uso que se hace tan esencial de la turba local para el proceso de malteado.
CATA: Laphroaig 10, la expresión bandera de la destilería obtuvo la medalla de Oro en la International Wine & Spirits del 2021. VISTA: Delicado color oro pálido. NARIZ: Encontramos un claro aroma a petricor y humo de turba con notas de yodo y aire marino. PALADAR: Se puede sentir un cuerpo medio y ligeramente oleoso que estimula el gusto con los sabores a tierra mojada y humo de turba que encontramos en nariz, para posteriormente evolucionar con la aparición se sabores a cebada malteada, vainilla y miel.
Laphroaig se recomienda degustar con agua, abriendo el paladar de manera masiva pero también puede disfrutarse en coctelería. Un Whisky Sour clásico, un Penicillin con su característico sabor a jengibre y miel, o la creación de tu bartender de confianza, no te dejarán indiferente ante su característico sabor.
Fotos: Laphroaig y Eduardo Bueso (copyright)
Destilería Laphroaig