Caja de yemas frescas trufadas (Foto Gabi Orte «Chilindrón»)
El restaurante Rodi de Fuendejalón, que acaba de recibir el premio Alimentos de España a la Restauración, lanza un nuevo producto, con motivo del comienzo de la temporada de la trufa negra: las yemas frescas trufadas. Este establecimiento zaragozano del Campo de Borja, conocido como «La cocina de la garnacha», vuelve a crear un producto innovador con materias primas de la tierra como la Tubermelanosporum, de la que Aragón es el mayor productor mundial.
«Tras dos años de investigación, por fin, podemos decir que hemos conseguido crear un producto innovador con trufa negra fresca de Aragón. Estas yemas son nuestro pequeño homenaje a la Tubermelanosporum. Es un sutil dulce difuminado con un intenso aroma a trufa negra. Son naturales, sin conservantes ni colorantes. Únicamente contienen yema de huevo, azúcar y Tubermelanosporum. Estamos muy nerviosas por ver cómo acoge la gente esta novedad. Yo creo que les va a encantar. Tienen un sabor y una textura muy especial», ha explicado una de las propietarias de Rodi y creadora de las yemas, Blanca Rodríguez.
Blanca Rodríguez, creadora de las yemas frescas trufadas. (Foto: Gabi Orte «Chilindrón»)
La cocina del Restaurante Rodi siempre ha girado en torno a la garnacha y sus dos propietarias, Blanca y Mari Rodríguez, han sabido aprovechar el potencial de esta uva y han ido lanzado al mercado distintos productos, que están siendo todo un éxito: la Sal de Garnacha (elaborada con delicados pétalos de sal de manantial y fusionados con la elegancia del vino de Garnacha Centenarias del Campo de Borja) y los Garnachicos (el único mazapán del mercado elaborado con vino de garnacha 100%). La nueva creación se une a estos productos estrella que ya están muy asentados en el mercado, aunque es el primero que no contiene garnacha sino que el protagonismo se lo han querido dar a la Tubermelanosporum aragonesa.
Las yemas frescas trufadas, que están a la venta durante todo el año, se presentan en una caja térmica con 12 unidades y su PVP es de 23 €. En Zaragoza ya se comercializan en tiendas gourmet y especializadas como Montal, Bombonera Oro, La Lasca Negra y La Alacena de Aragón; en restaurantes como El Rincón de Sas; y en otros establecimientos como las carnicerías Hermanos Martínez (Paseo Teruel, Aragonia, Doctor Iranzo, Plaza y Valdespartera).
En la cata realizada por Lugares con Estrella, podemos afirmar que se trata de un producto realmente innovador, que sorprende gratamente. En boca es elegante, goloso, de un sabor simple (como, los elementos que lo integran) pero a la vez sofisticado. Nuestra opinión es que tiene un largo futuro, ya que puede ir destinado tanto a particulares, sino también a la hostelería. Nos imaginamos este delicado detalle a modo de «petit-four» en un gran restaurante español… o por qué no, francés.
Fotos: Gabi Orte «Chilindrón» y Eduardo Bueso (copyright)
Yemas frescas trufadas (Foto: Eduardo Bueso)